1. Sazone el pollo y el conejo con sal y pimienta
2. Caliente el aceite en una paella, añada el pollo y el conejo, y deje dorar a fuego medio.
3. Agregue los caracoles y las vainitas.
4. Sofría e incorpore los tomates, el ajo y los frijoles.
5. Vierta el caldo y deje cocer a fuego lento durante un cuarto de hora.
6. Añada el azafrán.
7. Eche el arroz, mezcle y deje cocer hasta que el líquido se haya evaporado.
8. Cocine unos minutos más para que se forme el socarrat, que es la capa de arroz que está en contacto con la paella y debe quedar algo dorada y crocante (concolón).
9. Sirva en la misma paella donde la preparó.
De Valencia al mundo
La paella es un invento de Valencia y existen tantas recetas como aldeas y cocineros. Por ejemplo, la paella a la antigua, hecha con pollo, conejo, alcachofas, caracoles de tierra, alverjas y otras verduras. Hay otras fórmulas que incluyen cerdo, chorizo, morcilla, conejo o liebre, menudencias, perdices, pescados, mariscos. Todas las paellas tienen un común denominador: el arroz.
La Tomatina es una fiesta popular que se celebra todos los años el último miércoles del mes de agosto en la ciudad de Buñol, Valencia. Esta fiesta, en la que miles de personas se lanzan tomates a discreción, está regida, aunque parezca mentira, por estrictas normas de respeto, como no llevar botellas ni ningún objeto contundente; no romper la ropa de nadie; aplastar los tomates antes de lanzarlos, para que no causen daño; tener cuidado con los camiones que llevan los tomates. La fiesta comienza con un disparo, y cuando suena el segundo, todos deben dejar de tirar tomates.
Otras recetas de paella recomiendan incorporar el arroz antes que el caldo; así, los granos toman los sabores del aderezo. En esta versión es necesario echar el caldo hirviendo. Otro detalle es que cuando el líquido ya haya secado, la paella debe ser cubierta, fuera del fuego con un mantel, una toalla o un secador grueso, por no más de siete minutos.
