Separe el coral del callo de la concha y rocíe éste con el jugo de limón.
Rehogue durante diez minutos, a fuego lento, la cebolla y el ajo en tres cucharadas de aceite de oliva.
Incluya el coral de las conchas finamente picado, mézclelo con el perejil, sazone con el pimentón, la canela, sal y pimienta; vierta el vino blanco y el pisco, y deje cocinar durante un par de minutos.
Limpie doce caparazones de conchas y úntelos con aceite; coloque en cada caparazón dos conchas, vierta la salsa encima, espolvoree con pan rallado y rocíe el aceite restante.
Deje gratinar durante unos minutos hasta que se dore en el horno precalentado a 400 °F ó 200 °C.
Acompañe con pan tostado.
El aguardiente de orujo, de Galicia, es un licor obtenido por fermentación y destilación de orujos de uva, es decir, del hollejo de la uva después de exprimida.
A fines del siglo XIX se extendió la idea de que el aguardiente de orujo era tóxico y peligroso. Aunque se alegó que millones de personas ingerían diariamente este licor y que alcanzaban edades superiores a los ochenta años, la bebida fue prohibida. Tiempo después, y a iniciativa de los gallegos, se consiguió que la destilación del aguardiente de orujo fuese declarada legal.