Hervir el agua con la cáscara de naranja, la canela y el clavo de olor. Luego, dejar enfriar.
Tostar el maní en el horno, teniendo cuidado de no quemarlo.
Pelar y moler en seco, hasta que salga aceite.
Diluir el maní molido, poco a poco, con 2 tazas de agua fría.
Hacer cocer hasta que quede como una pasta espesa.
Dejar enfriar y luego mezclar, poco a poco, con los 4 litros de agua hervida fría.
Endulzar y dejar reposar en una olla tapada hasta el día siguiente.