Paso 1: En una olla coloca la mitad de la leche, la crema de leche, la glucosa, la vaina de vainilla abierta y lleva a hervir.
Paso 2: Mezcla el azúcar, la yema y el estabilizante y vierte esta preparación sobre la otra mitad de la leche, revolviendo bien.
Paso 3: Retira la olla del fuego y vierte en ella la combinación anterior, integrando por completo todos los ingredientes.
Paso 4: Devuelve la olla al fuego lento, moviendo la mezcla todo el tiempo hasta que espese y se pueda ver el fondo de la olla. La preparación no debe hervir.
Paso 5: Vuelca todo en un tazón y colócalo sobre otro lleno de agua con hielo para que enfríe. Cuela.
Paso 6: Lleva el helado a la congeladora, a la media hora retíralo y bátelo. Repite la operación cuatro veces en el lapso de 24 horas, hasta que obtengas la textura deseada. A ese punto estará listo para consumir.