Ofrézcalo en una pieza entera o cortarlo en rebanadas. Si decide cortarlo, consérvelo en una bolsa herméticamente cerrada, para que se conserve fresco más tiempo.
- 750 g de harina
- 10 g de sal
- 50 g de levadura fresca
- 200 ml de leche
- 250 ml de agua
1. Tamizar la harina con la sal. Incorporar la levadura fresca previamente disuelta en la leche, y el agua. Amasar hasta obtener un bollo de consistencia lisa y tierna. Tapar con un paño limpio y dejar leudar en un lugar tibio hasta que duplique su volumen. Volver a amasar, dando forma alargada, con el cierre del pan hacia abajo.
2. Colocar el bollo dentro de un molde rectangular para dar la forma típica del pan lácteo.
3. Presionar la masa con el puño de la mano para que ocupe toda la superficie del molde.
4. Cubrir con un paño limpio y dejar leudar, a temperatura ambiente, hasta que duplique su volumen. Cocinar en horno precalentado, a temperatura alta 200 °C, durante 50 minutos. Retirar, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
