
1. Lavar bien las naranjas debajo del grifo, de ser necesario, ayudarse con un cepillo de cocina. Secarlas con un paño limpio y pelarlas.

2. Con ayuda de un cuchillo de punta fina, retirar la membrana blanca que recubre la piel. De lo contrario, ésta le dará un sabor demasiado amargo a las cascaritas.

3. Cortar la piel en tiras finas o en fina juliana.

4. Colocar las cascaritas cortadas en una olla con abundante agua fría y un puñado de sal gruesa. Cocinar sobre fuego medio hasta que alcancen el punto de ebullición.

5. Retirar del fuego y colar. Lavar bien las cascaritas con abundante agua. Repetir este procedimiento 5 veces más pero sin el agregado de la sal gruesa.

6. Para el almíbar, en una olla aparte, colocar el azúcar junto con el agua. Agregar las cascaritas lavadas y coladas y cocinar a fuego suave, sin que hierva, durante aproximadamente 1 hora. Dejar entibiar en el mismo almíbar.

7. Retirar las cascaritas de la olla con ayuda de una cuchara o de un tenedor y dejarlas escurrir unos minutos sobre una rejilla.

8. Para la decoración, pasar la mitad de las cascaritas por azúcar. Moverlas bien hasta que toda su superficie esté cubierta. Dejar secar a temperatura ambiente.

9. Picar el chocolate y fundirlo a baño María hasta alcanzar entre 45 y 50 °C.

10. Para templarlo, colocarlo sobre un bol con agua fría y hielo. Remover. Llevar al calor unos segundos y medir la temperatura: debe estar a 30-32 °C.

11. Tomar cada cascarita restante con un tenedor y sumergirla dentro del chocolate templado: debe cubrir toda su superficie. Retirar y escurrir el excedente de chocolate. Dejar enfriar las cascaritas sobre una plancha de silicona o sobre una rejilla a temperatura ambiente hasta secar.
Es fundamental elegir naranjas firmes y aromáticas, que no presenten golpes o magulladuras.