Por sencillos que sean los platos que han de consumirse, la limpieza y el gusto en el arreglo de la mesa, el buen arreglo y disposición de la fruta y una sencilla ensalada permitirán a una familia alimentarse por igual y con tanta satisfacción como si la emprendiera con una lista de platos muy complicados.
Hay que olvidar todas las preocupaciones al sentarse a la mesa y evitar las discusiones durante la comida. El cerebro debe estar en reposo y los nervios relajados. Es preferible no tocar los alimentos a intentar comer cuando se está agitado bajo el peso de una angustia cualquiera.
Se recomienda evitar los alimentos muy condimentados. Las especias producen mucha sed y no es bue-no beber con exceso mientras se come. La fruta procura toda la humedad requerida y otros líquidos diluyen los jugos gástricos, retardando la digestión.
Los alimentos muy calientes y muy fríos no son buenos. Se aconseja el uso moderado del té, del café, de las bebidas que contienen alcohol, de la carne, de los pasteles, etc., repitiendo la indicación de que la introducción de ensaladas, fruta cruda y nueces en la comida contribuirá mucho a mantener el cuerpo en excelente estado de salud.