Paso 1: Limpia el pollo, sazónalo con sal y pimienta por dentro y por fuera. Pela y parte en cuartos la cebolla y la naranja con cascara.
Paso 2: Rellena el pollo con la cebolla y naranja en cuartos, cúbrelo con un film y deja que repose en la refrigeradora de un día para otro. Retira el pollo de la refrigeradora, retira también la cebolla y la naranja, y reserva. Derrite la mitad de la mantequilla y dora el pollo de manera uniforme. Reserva. Para hacer el relleno, derrite el resto de la mantequilla en una sartén y cocina la cebolla, los tomates y el ají finamente picados. Incorpora el ajo machacado y deja que todo se cocine por unos ocho minutos aproximadamente. Reserva.
Paso 3: Calienta el caldo en una olla y reserva una taza para más adelante. Aparte incorpora el arroz y los hígados de pollo al aderezo de cebolla y tomate. Déjalos dorar por dos minutos y agrega la mitad del vino y tres tazas de caldo caliente, mezcla y cocina durante 10 minutos. Una vez que el arroz esté listo, retira del fuego y deja enfriar.
Rellena el pollo con la mezcla anterior y cose la abertura con pabilo. Colócalo en una fuente honda para horno, añade el jugo de las naranjas, la cebolla y la naranja en cuartos que reservaste, el resto del vino y la taza de caldo restante. Salpimienta, tapa la fuente y lleva al horno, a 180 °C, por una hora aproximadamente.
Dato: El vino blanco, tomado moderadamente, es también un excelente diurético y nos ayuda a eliminar las toxinas de la sangre.