Dejar remojar 1 taza de maní crudo por 1 hora o más en abundante agua.
En una olla con agua hacer cocer las papas peladas y los huevos con agua y sal. Dejar a un lado.
Tostar las vainas de ají amarillo sobre el fuego de la hornilla, dejar remojar en agua unos minutos para que se hidraten, cortarlas por la mitad, sacar las semillas y las venas, lavar muy bien frotando unas contra otras.
En un sartén con 2 cucharadas de aceite, tostar el maní crudo hasta dorar un poco.
Moler el ají en batán o licuar con muy poco agua de manera que resulte en 1 taza de una pasta espesa y homogénea.
Poner en una cacerola 1/4 taza de aceite, cuando esté caliente agregar el ají y dejar freír moviendo circularmente hasta que encrespe, añadir la pimienta y la sal.
En una procesadora, muela el maní agregando la suficiente leche para lograr una pasta homogénea semi espesa, agregar la pasta de maní a la cacerola del ají con 1/4 taza de agua. Mezclar muy bien, dejar cocinar por 8 minutos mezclando, evitando que en el fondo se queme y se prenda.
Sacar del fuego y dejar la cacerola tapada sobre la hornilla para que se mantenga caliente.
Servir en un plato plano 2 hojas de lechuga, encima 2 papas cocidas calientes, bañar con salsa de maní sobre las papas y la lechuga, decorar con 1 huevo y tomate cortados en rodajas.